Todo lo que sucede a nuestro alrededor es un espejo, un espejo de lo que nos sucede o mejor dicho, un reflejo de cómo estamos en nuestro interior. Muchas veces la gente me pregunta ¿cómo hago para saber lo que debo cambiar? y la respuesta es muy simple: Mira a tu alrededor y te darás cuenta lo que debes cambiar, esto quiere decir que las cosas que te rodean, las situaciones que te suceden, las relaciones que tienes en tu vida no son ninguna coincidencia, todas ellas te están mostrando cómo estas en tu estado de consciencia actual. Esto no quiere decir que sea bueno o malo, simplemente es lo que debe ser. Cuando yo logro ser consciente de esto, entonces dejo de culpar o juzgar lo que está bien o lo que está mal en mi vida y me hago cargo de lo que atraigo como ser humano. Esto no es algo que le sucede a unos pocos, esta es una ley universal con la que todos vivimos.

Necesitamos de otros para poder vivir o mejor dicho, para poder conocernos. ¿Cómo se de que color son mis ojos, o como es mi contextura o de qué forma es mi cara si no tengo un espejo? Lo mismo funciona con todo lo demás, la gente que llega a tu vida, las relaciones íntimas que has tenido y las situaciones que te pasan, son un espejo que te ayuda a ver las partes de ti que están en el otro y viceversa. Entonces, partiendo de este principio, podemos decir que nada pasa por casualidad o por accidente, todo es perfecto porque no atraemos lo que queremos, atraemos lo que somos. Como decía Siddharta Gautama “Todo lo que te molesta de otros seres, es solo una proyección de lo que no has resuelto de ti mismo” Esto quiere decir que lo que veo en el otro, es lo que hay en mí, sea que te guste o que te disguste, de todas maneras es parte de ti también. Por eso es muy común que en la pareja queramos que el otro cambie para yo estar bien, y no existe tal cosa. Al final, el otro se convierte en nuestro mejor maestro, porque nos enseña lo que todavía tenemos por trabajar.

Existen leyes del espejo que quiero compartirte, para que tomes en cuenta y desde hoy, den un cambio en tu vida.    

PRIMERA LEY DEL ESPEJO

Todo lo que te molesta, irrita, enoja y quieres cambiar del otro, está dentro de ti. Como ya lo hablamos, es exactamente lo que dijo Buda, constantemente nos estamos proyectando en el otro para ver si es él o ella quien cambia lo que a mi me molesta, y lastimosamente no funciona así, ya que si resuena conmigo es porque hay algo despierto en mí, que probablemente deba cambiar.

SEGUNDA LEY DEL ESPEJO

Si me molesta lo que critica, juzga o combate el otro de mi, quiere decir que está reprimido muy dentro y debo trabajarlo. Es decir, que no estamos exentos de la percepción de otros sobre nosotros, sin embargo, lo que otros opinan no necesariamente es verdad, pero será determinante para saber si es cierto o no, nuestra actitud ante el comentario, si no te molesta, quiere decir que estás en paz y lo ignoraras, si te enfada, debes estar atento, porque resuena en ti y debes cambiarlo. 

TERCERA LEY DEL ESPEJO 

Todo lo que el otro juzga, critica y el otro quiere cambiar de mi, sin que a mi me afecte, entonces le pertenece a él. Esto quiere decir que como en la segunda ley, se invierte el tema. Si alguien dice algo de mi que no me gusta y no resuena conmigo, entonces está bien, no tengo porque molestarme, tiene que ver más con el otro que conmigo.

CUARTA LEY DEL ESPEJO

Todo lo que me gusta del otro, lo que amo en el, tambien esta dentro de mi, reconozco mis cualidades en otros. Esta ley es muy bella porque nos hace apreciar las cosas lindas de la vida. Todo lo que nos gusta de otros no lo podríamos apreciar si no lo tuviéramos también dentro nuestro. El tema es que estamos entrenados para ver las fallas en el otro, por ende, nos cuesta reconocer la belleza en ellos, que es tu belleza también. Esto es un arte.

Estas cuatro leyes hacen que la complejidad de la vida se convierta simple y así podemos comprender la importancia del otro en nuestras vidas. Cada persona que llega y cada situación que enfrentemos, nos dejan un mensaje, sea temporal o permanente, debemos honrarlos, porque llegaron para enseñarnos como a un espejo otras partes de nosotros, que no conocíamos, y nos guste o no, muchas veces es el mejor regalo de todos.

Plenitud & Abundancia