Todos tenemos una historia que contar que se conecta con nuestra esencia más pura. Vinimos aquí para trascender de diferentes maneras y para eso debemos estar conscientes del impacto que tenemos en nosotros mismos y en nuestro entorno. Imaginate que de 300 millones de espermatozoides llegaste tu. No hace falta ser matemático para darnos cuenta que somos un milagro encarnado. El tema es que nos olvidamos en el camino. Hay una frase hermosa de Rumi que dice: 

 “Tu tarea no es buscar el Amor sino quitar todas las barreras que has creado en contra de él”. 

Esto quiere decir que nos hemos olvidado de lo grande que somos y del poder que llevamos dentro. Somos Héroes encarnados.

El viaje del Héroe es una metáfora descrita por Joseph Campbell, quien se dedicó a estudiar la mitología de casi todas las culturas ancestrales del mundo por varios años. Campbell se dió cuenta que toda historia real o mitológica después de años de estudios contienen un mismo patrón de comportamiento que se divide en tres partes. Primero la etapa de Separación, segundo la etapa de Iniciación y por último la etapa de Retorno. Cada una de estas etapas contiene dentro suyo sus partes del proceso y no se puede dar una sin la otra. Este sería el orden que conlleva toda historia o como él lo llamaba el viaje del Héroe.

SEPARACIÓN 

Antes de la etapa de separación, debemos caer en cuenta que no puedo emprender este viaje sin antes haber llegado a un punto de incomodidad absoluta. Hay dos formas de emprender en este viaje, por Amor o por dolor, el problema es que la mayoría de personas lo hace por dolor. Ese dolor en el cual ni siquiera la anestesia puede amortiguarlo, es un punto donde simplemente es inevitable. Tu alma lo sabe y tú también te haz dado cuenta por todos los mensajes que la vida te ha dado y muchos de ellos probablemente no han sido muy amigables que digamos. Es un llamado al cual no puedes seguir evadiendo o “haciéndote el loco”. Cuando cruzamos este umbral de dolor entonces es el momento en el que emprendemos este viaje de autodescubrimiento.

El momento que empezamos la etapa de separación, aparece el famoso MIEDO, y aquí es donde la mayoría de personas “botan la toalla” y deciden quedarse en el lugar donde están. Se lamentan por la vida que tienen, culpan a todo el mundo de su desgracia y se victimizan constantemente de él porque no son la persona que deberían ser porque todo lo que está fuera de él o ella “controlan” su vida. Cabe recalcar que no puedo ser Heroe y victima a la vez, debo renunciar a la víctima para poder emprender en este viaje que nadie más lo puede hacer por mi. Por eso, este es un viaje muy solitario, pero completamente necesario.

Si decido cruzar el umbral del miedo, entonces abro a las posibilidades de que el universo comience a trabajar a mi favor. De repente aparecen oportunidades, se presentan amigos o personas que me van a dar un empujón en este viaje o quizas me acompañen hasta cierto punto. Sin embargo, las pruebas van a estar ahí de todas maneras para saber que tan decidido y convencido estoy de seguir emprendiendo este viaje. Pero, si paso cada una de estas pruebas, entonces esta historia se convierte en una aventura y ya no en un “sacrificio”. Es como si comenzara a disfrutar del viaje a pesar de que las pruebas siempre van a estar allí y puede ser bastante doloroso. Es como cuando una persona dice ¡basta!, ¡se acabó!, “hoy dejo de fumar para siempre”, “ya he tenido suficiente con esto”. Al siguiente día no es que todo se pone más fácil, más bien la vida va a poner todas las circunstancias de tentación para ver si su decisión fue hecha desde la cabeza o desde el corazón. Si logra superar esa decisión,  entonces puede pasar a la segunda etapa.

INICIACIÓN

La etapa de iniciación se convierte en una etapa de no retorno. Cuando una persona ya está en este nivel sabe que no hay marcha atrás. Se abre a la posibilidad de descubrir un mundo completamente diferente pero que está lejos de su zona cómoda o familiar. Se lanza a lo incierto a lo desconocido y eso por supuesto genera aún más miedo. Aquí se da cuenta que el mundo que conocía como verdad era una simple ilusión. Pone a prueba todas sus creencias, sus hábitos, sus patrones y todo lo que tiene que ver con el Ego y su parte más oscura. Este viaje puede ser físico o simbólico. Físico, por ejemplo, salir de la casa de mis padres para vivir solo, o simbólico, puede ser entrar en una búsqueda interior de mi Ser, darme cuenta quien soy en verdad. 

Estas historias y este patrón lo vemos en todas las películas de dibujos, de superhéroes, de ciencia ficción o de la vida real. Por eso nos conmueven ciertas historias y nos conectamos tanto con los personajes, porque simplemente nos están mostrando como un espejo de en quién nos podemos llegar a convertir una vez que enfrentemos nuestras propias limitaciones.

Continuando con esta etapa de iniciación. Esta aventura me pide absoluta coherencia con lo que siento, con lo que pienso y con lo que debo hacer. Esto quiere decir que debo seguir mi corazón, eso que me apasiona que me hace sentir absolutamente vivo. Como lo decía Wayne Dyer “No mueras con tu música dentro tuyo”, si todavía tienes mucho por ofrecer no te quedes en ese lugar seguro que no te sirve para descubrir tus talento, lo que te apasiona, lo que te permita servir a la humanidad; que tristeza sería que te fueras con todo eso dentro sin haberlo compartido con la humanidad. 

Cuando logras seguir tu corazón entonces entras en esta etapa de Coraje, de enfrentar lo que te hace feliz versus seguir complaciendo al mundo entero. Por eso las creencias y las formas de pensar antiguas comienzan a ser cuestionadas para que puedan dar paso a un nuevo renacer. Por su puesto habrá dudas, las pruebas seguirán presentes y las personas que llegan a tu vida te van a mostrar todo lo que aún te falta por trabajar. 

Esta etapa se convierte en la decisiva como cualquier caballero cuando enfrenta a su Dragón, el dragón no está afuera, muchas veces está adentro y es el momento donde debo estar dispuesto a encontrarme con la parte más oscura de mi ser, esa parte que la he ignorado por mucho tiempo. Lo que más me atemoriza, lo que más me aterra. A pesar de ello, el héroe llega a un punto en el cual se da cuenta que no debe “matar” al dragón para ser libre, sino que debe hacer las paces con él, mirarlo, reconocerlo y abrazarlo porque es una parte de él. Cuando logras abrazarlo entonces lo integras en ti y logras liberarte de la necesidad de seguir luchando.  No se trata de luchar, se trata de comprender que esto que estaba allí es una parte tuya y que estaba a tu servicio, como cuando Poo, en la película de Kung Fu Panda, obtiene el pergamino con la respuesta que le va a dar poderes ilimitados y en ese momento se da cuenta de que no hay una receta, la receta es EL MISMO. Claro que no es un viaje de flores y arcoiris, pero una vez que pasas este umbral, entonces puedes llegar a la tercera etapa donde todo valió la pena o mejor dicho, la alegría. 

RETORNO

La etapa de regreso. Como cuando alguien vuelve a casa después de un viaje de encuentro consigo mismo, siendo una persona completamente diferente, más amorosa, más compasiva, con menos limitaciones y menos miedos.

Hay un bello libro que describe muy claro este viaje del héroe que se llama El Caballero de la Armadura Oxidada. Este libro enseña desde una metáfora, la profundidad que cada quien debe pasar para encontrarse con su verdadera esencia y para esto se necesita mucho coraje, mucho corazón. Cuando logramos estar en la tercera etapa, podemos volver a ser más fuertes, más sabios y más humildes. Entonces, solo entonces la historia puede ser contada para servir de inspiración a los demás de tu entorno. 

Esto no quiere decir que todo se ha acabado, más bien la vida en su infinita sabiduría que es cíclica, hará que el héroe deba emprender otro viaje, no obstante, será otra persona de la cual comenzó, tendrá más recursos, utilizará otras formas de hacerlo y la experiencia que vivió lo acompañará para sobrepasar cualquier otra prueba que se le presente. Por eso no existe regalo más grande que poder descubrir el potencial que siempre tuvimos guardado adentro. Nada es más gratificante que encontrarse consigo mismo porque entonces tu mundo cambia por completo, te conviertes en el héroe de tu propia historia. 

Esto es lo que todos estamos pasando de alguna manera. Algunos con más dragones y otros con menos, sin embargo, todos debemos emprender este viaje personal y único en el cual nos reencontramos con la luz que llevamos en lo profundo de nuestro Ser; y ahora que estamos viviendo este reencuentro en casa, es lo que la vida nos está pidiendo. La cuarentena no es otra “excusa” para que cada quien emprenda este viaje y descubra el héroe que lleva dentro. Imagínate lo que podemos lograr si todos como humanos hacemos esto, nos hacemos responsables por completo de nuestras vidas y por ende de la realidad que estamos creando como humanidad. Imagínate regresar al mundo habiendo hecho este viaje donde cada quien hace las paces con sus demonios y volvemos siendo una versión más consciente, más elevada, más coherente y más completa de ti mismo.

Con Amor y Gratitud,

Luis Miguel Ponce