Actualmente, existen temas sociales que son un punto de discordia para diferentes sectores. El tema de la legalización del aborto, así como la identidad de género, dividen opiniones y crean tensión al ser un tópico de naturaleza humana y profunda, pues no se trata de un tema político que cubre un montón de agendas ocultas, esto va más allá de los gobernantes; se conecta con quienes en realidad dominan y controlan este planeta. Se que puede sonar loco o conspiranoico, sin embargo, cuando te haces preguntas que van más allá de lo que nos quieren mostrar, entonces todo empieza a tener sentido.

Por supuesto, todo es un negocio detrás de tanta falacia que nos hacen creer, pero lo más importante, es que comprendas una de las frases más reales, que muchos emperadores desde hace miles de años, como Julio César, Alejandro Magno e incluso el mismo Napoleón, pronunciaron: “Divide y vencerás.” Esto se viene predicando hace mucho tiempo y se aplica hasta el día de hoy, y es lo que hace que la misma gente que gobierna esté en el poder y que sigan haciendo lo que hacen porque mientras más dividido estás, más fácil de manipular eres. Entonces, vienen las guerras, el otro es mi enemigo o el otro tiene la culpa, las peleas del ego y nos damos todos contra todos mientras los de “arriba”, aparecen como los salvadores a ofrecerte la solución de tu “miserable” vida.

Esto no solo ha funcionado con los pueblos, sino que funciona a nivel individual también, porque estamos divididos de nuestra consciencia, no tengo ninguna coherencia en lo que pienso, lo que siento y lo hago, entonces ¿cómo puedo estar unificado?. Cómo no voy a estar dividido si pienso que el otro es mi enemigo, que lo que yo pienso es la única verdad, que el resto del mundo debería ser como yo soy. Cómo no voy a estar dividido si no se quien carajos soy, ni para qué vine a este mundo, ni cual es el propósito de mi vida. Cómo no voy a estar dividido si pienso que soy un error, que tengo una falla de “fábrica” y que alguien tiene que venir a salvarme, o a corregirme, porque soy un inútil incompleto.

Imagínate mucha gente pensando y viviendo de la misma manera, creyendo que eres un ser completamente limitado, inconsciente e incapaz y que necesitas de la aprobación de otros para “ser alguien” en la vida.

¿Te das cuenta porque somos tan manipulables? ¿Cómo podemos ir de un lado a otro distrayéndonos de la vida sin darnos cuenta?. Porque eso es exactamente lo que quieren, que te distraigas, que te distraigas de lo realmente importante, porque es un buen negocio que permanezcas así, zombie, inconsciente de tu propia divinidad, te quieren un ser dependiente, una simple marioneta a la que pueden controlar y que mientras más tiempo pasas allí, más dormido estás y por ende más difícil se hace despertar.

Quizás te debes estar preguntando ¿y esto qué tiene que ver con la energía masculina? tal y como se titula este blog, y aunque te sorprenda, TODO tiene que ver. Estamos perdiendo al verdadero masculino, porque queremos eliminarlo pensando que es un error que exista o que no es necesario. Porque si digo algo que te incomoda, entonces ya no tengo tu respeto porque te sientes ofendido, porque ahora para ser padre y poder educar tengo que pedir permiso o ver lo que está bien o está mal antes de que me sancionen, estamos tan divididos por el miedo que el hombre de hoy se siente castrado. Quizás puede ser por muchos años de un falso masculino que se ha vivido en la sociedad llamado “machismo”, pero, eso nunca tuvo nada que ver con la verdadera energía masculina. 

Comprendo que hoy la mujer se ha rebelado ante toda esta falsedad masculina y hoy en día hace muchas más cosas que el hombre pudiera soñar, la mujer se ha  masculinizado y el hombre se ha feminizado para poder sobrevivir.

Te acuerdas el anterior artículo cuando te hablaba de las polaridades, dos positivos o dos negativos se repelen porque no pueden prender el interruptor de la luz, entonces es necesario que exista una polaridad para que la luz se encienda. 

Ahora piensa que la mujer se vuelve masculina y el hombre se mantiene masculino, existiría dos polos con la misma energía, esto desembocaría en un choque de fuerzas donde los dos se destruirían, por consecuencia, el hombre ha tenido que feminizarse para poder “adaptarse,” el problema es que si tu esencia (como el 85% de los hombres) es masculina y te feminizas para encajar y viceversa, entonces tarde o temprano esto se vuelve doloroso porque como te comentaba en el artículo anterior, es como si estuvieras fuera de tu centro, completamente fuera de lugar, no sabes quien eres, ni donde estás parado. 

Cada vez que miro, veo más hombres con falta de autoestima, sin un norte, sin tener idea a donde va. Está confundido, no sabe si en verdad seguir un camino u otro, no sabe cuales son sus límites y peor, poner límites a otros, y ojo que esto no tiene nada que ver con el machismo. He leído una cantidad de estudios que hablan del decrecimiento en la reproducción del esperma en los hombres de hoy en día, de forma drástica, esto quiere decir que cada vez la testosterona ha ido bajando su fuerza y si baja la testosterona su fuerza, es porque hay otra hormona que ha ido aumentando para que esto suceda. En este caso el estrógeno ha ido incrementando en el sexo masculino. 

Esto puede suceder por varios motivos, como la comida que ingerimos que está llena de hormonas, tanta frecuencia electromagnética que hace resonar unas células más que otras, tanto químico que consumimos, como pesticidas, plásticos, etc. Sin embargo, más allá de eso, es algo que se percibe en el medio y que está haciendo falta y la mujer femenina lo sabe y lo anhela en lo profundo de su alma. Porque esa es nuestra verdadera naturaleza. 

Si la esencia de una mujer es femenina y siente que su hombre está feminizandose cada vez más, entonces la mujer por supervivencia se masculiniza para tomar el control de la situación y no dejarse morir, pero que le encantaría a ella en lo profundo de su ser aunque no lo sepa, es que su hombre pueda recuperar su masculinidad para que ella pueda descansar en su feminidad y dejarse guiar por la energía masculina. Imagínate que esto es como un baile, cuando la energía femenina se encuentra con la energía masculina ¿quién es el que guía con seguridad y quien se relaja y se deja guiar? 

Correcto, es la energía masculina la que guía y la femenina la que se deja guiar, ahora imaginate que fuera al revés. Quizás por un rato estaría bien, pero si esto ya se vuelve algo común, la energía femenina se termina cansando de guiar al masculino todo el tiempo y esto termina quebrantandose, porque ninguno está en el rol que le corresponde. Por el contrario, si cada quien está en su lugar, ambos pueden fluir de mejor manera sin querer ocupar el lugar del otro para poder sobrevivir.

Con esto no te digo que una energía sea mejor que otra, simplemente las dos son completamente necesarias para que la luz se encienda. El hombre guiando y la mujer dejándose guiar, necesita la misma cantidad de entrega porque alguien que no sabe guiar o que no sepa o no quiera dejarse guiar, termina siendo un caos de todas maneras. 

Lo que quiero que comprendas con esto, es que estamos cada vez más perdiendo nuestra esencia masculina como hombres.

Me encantaría que así, como hay tanto grupo de mujeres empoderadas, que existan grupos de hombres que realmente aprendan lo que es ser un verdadero masculino. Por mucho tiempo el hombre ha reprimido sus emociones, no se le ha permitido sentir como a la mujer y ha creado este vacío interno donde no sabe si es permitido llorar, reír, o sentirse vulnerable. Es como si se hubiera desconectado de la vida. Y en esta búsqueda se ha vuelto un ser peligroso para la sociedad, porque todo lo que se reprime, termina saliendo con más fuerza por alguna parte.

El verdadero masculino tiene la capacidad de decir NO, cuando algo atenta contra sus principios y el de los demás, no se deja llevar por la coima o por el bien banal y momentáneo. Siempre mira que es lo mejor para sus seres queridos o para el bien común. No permite que le manipulen ni le jueguen sucio solo por complacer a unos cuantos. Sabe pararse y defender lo que es suyo y a los que vienen con el. El verdadero hombre siempre buscará conectarse con la libertad y la justicia.

Pero un verdadero hombre también sabe abrazar, sabe sentir, se permite quebrarse y romperse en pedazos. Porque sabe que no puede hacerlo solo. Se permite ser vulnerable y auténtico por más de que la sociedad diga que eso es ser suave y débil. De hecho, el verdadero hombre sabe que su mayor poder recae en su verdadera vulnerabilidad y, distingue cuándo es el momento de abrirse y cuando es el momento de pararse firme, de poner límites, de marcar su territorio. Hoy en día el hombre permite que todos sean quienes marcan su territorio porque no sabe cual es el que le pertenece.

Por eso, estamos en un punto donde la extinción de una especie se avecina, la extinción de la energía masculina. A menos de que hagamos consciencia y encontremos el lugar al cual fuimos llamados a ocupar cada quien, desde nuestro centro, desde nuestra esencia. Como dice El Rey León (una de mis películas favoritas) en las palabras de Mufasa “debes ocupar tu lugar en el ciclo de la vida”. Esto no quiere decir otra cosa que, ocupes el lugar al que viniste a ser parte de la vida. 

Una abeja nunca espera ocupar el lugar de la mariposa, y una mariposa nunca espera ocupar el lugar de la cebra, cada quien está donde debe estar porque conoce su esencia y para qué vino a ocupar esa esencia. Y cuando encuentras ese lugar, es una satisfacción poder estar donde perteneces, porque todo fluye de mejor manera, todo se hace más ligero y más fácil. 

Es hora de que el verdadero hombre comience a recuperar su poder, su verdadera energía masculina, para que así la energía femenina se pueda relajar y se deje envolver con esta fuerza que cuida, protege y penetra el alma de todo aquel que se cruza con ella.