Las Emociones y el Cuerpo
Dec 20, 2021El cuerpo humano es una máquina perfecta diseñada para canalizar todo lo que percibe a través de los sentidos. Ninguna computadora ni la tecnología más avanzada hoy en día es tan perfecta como la fisiología humana. Cuando te pones a pensar lo compleja y maravillosa que es, simplemente comprendes que esto no pudo haber sido un accidente.
El cerebro está compuesto de alrededor de 86 mil millones de neuronas y todo tu cuerpo contiene alrededor de 5000 millones de células.
Esta no es una clase de anatomía, sin embargo, quiero que te des cuenta de la inteligencia y la perfección que hay detrás de tu fisionomía.
Cuando podemos verlo desde esa perspectiva, entonces comprendemos que hay un poder mucho más grande dentro de nosotros del que no nos hemos enterado. ¿Cómo es posible que la codificación de tu iris no sea igual a ninguna otra de entre 7 billones de personas? Lo mismo de tu huella dactilar, es única e irrepetible, ¿ quién se inventó esto?, ¿cómo es posible que algo así suceda? Estas preguntas siempre me han deslumbrado y a su vez me han traído un mayor entendimiento y mientras no seamos conscientes del potencial que tenemos, entonces es como si tuviéramos un Ferrari sin sus llaves para encenderlo, no serviría para nada.
Dentro de nosotros existe un poder enorme que se manifiesta de muchas maneras, a estas expresiones se las conoce como las emociones.
No son perceptibles físicamente hasta que se manifiestan en el cuerpo. Como había escrito alguna vez, las emociones son energía en movimiento y están conectadas con nuestra sangre. La energía fluye o se estanca, al igual que las emociones. Sin embargo, existen todo tipo de emociones dentro de nosotros, unas se conectan con la parte luminosa del Ser humano y otras con la parte oscura, pero todas hacen parte de ti. Cuando nos olvidamos de sentir las emociones oscuras, entonces normalmente terminamos reprimiendo lo que sentimos y cuando hacemos esto nos convertimos en una bomba de tiempo.
Las emociones fueron hechas para sentirlas y expresarlas o mejor dicho, para canalizarlas. Aunque no estamos entrenados para esto, desde que somos pequeños nos enseñan a no expresar o a no sentir lo que tenemos dentro y entonces cuando viene una emoción “negativa” no la podemos expresar porque pensamos que eso está mal. Las emociones están allí para enseñarnos lo que a simple vista no podemos ver. Somos seres emocionales, eso es un hecho, nadie puede llegar al punto de reprimir tanto sus emociones como para ver si desaparecen, porque siempre terminan saliendo por algún lado. Esto es lo que nos hace humanos. Cuando podemos reconocer esto, entonces sentir ya deja de ser tan malo y nos damos el permiso de manifestar en nuestras vidas lo que sea que deba venir, así nos preparamos para sentir en vez de reprimir.
Imaginate un río que siempre ha estado en constante fluidez y vienes tu a querer detener toda esa corriente de agua. Haces todo lo posible, pones piedras, construyes una pared o haces lo que sea para detener que el agua siga su curso. La pregunta es, ¿crees que lo conseguirás? quizás por un tiempo, pero el agua tarde o temprano seguirá fluyendo y en algún punto terminará rompiendo lo que sea que está en su camino para que pueda seguir su curso. De esta misma manera funcionan nuestras emociones, por más de que queramos esconderlas o taparlas, terminan saliendo tarde o temprano.
Todo nuestro cuerpo a través de su sabiduría infinita está interconectado, y así como está interconectado funciona en unicidad con todo lo que contiene. Así también con nuestras emociones y todo lo que sentimos. ¿Te haz puesto a pensar porque hay cosas que te acuerdas en tu vida más que otras? Es justamente porque detrás de eso probablemente hubo una emoción fuerte vinculada a ese evento. Como por ejemplo tu primer beso, la primera vez que te enamoraste o algún evento impactante como el 11 de septiembre. Así vivimos eventos emocionalmente intensos desde que somos pequeños y por más de que no recordemos en su totalidad esas emociones están en nosotros grabadas en nuestras células. Cuando pasa el tiempo y no podemos resolver los eventos emocionales de nuestra vida, entonces terminan manifestándose en el cuerpo.
Cada parte de nuestro cuerpo está conectada a una emoción en especifica. Cuando no sabemos cómo canalizarlo entonces terminamos enfermandonos.
Por ejemplo, según la medicina china, la ira se conecta con el hígado, el miedo con los riñones, la nostalgia con los pulmones y así cada una se expresa de manera diferente. Esto es comprobado científicamente a través de lo que se llama el test kinesiológico. Tu puedes preguntarle a tu cuerpo lo que sea que tengas o que quieras saber y el te va a dar la respuesta. Es fantástico. David R. Hawkins, fue uno de los primeros descubridores de esta ciencia que es exacta y precisa, se dió cuenta que preguntándole al cuerpo podemos respondernos cualquier pregunta (Mientras sean preguntas de si o no).
¿Y entonces esto qué tiene que ver con las emociones? Si el cuerpo tiene la capacidad de responder ante cualquier pregunta, entonces puedo saber donde se originó el problema. Como cuando alguien tiene Cáncer a la tiroides, las personas piensan que es una desgracia y lo primero que hacen es ir al doctor a que se lo quiten. Pero la pregunta es ¿para qué le salió un cáncer en la tiroides, y porque fue allí y no en otra parte del cuerpo? Esta pregunta por más sencilla que parezca nos hace indagar un poco más, porque muchas veces quitas el cancer de donde sea que salga y como no está resuelto el problema de fondo, resulta que vuelve a salir otro cáncer en el mismo lugar o en otra parte del cuerpo.
Lo que te quiero decir con esto, es que las emociones que sentimos todo el tiempo son tan poderosas que cuando no las expresamos pueden terminar en un cáncer de la tiroides, o en una hernia, o en una artritis o en lo que sea. Y lo maravilloso de esto es que cuando la enfermedad sale, es la señal que necesitamos para saber que hubo una emoción reprimida por mucho tiempo que no pudimos sanar. Sin embargo, la mayoría de personas no lo ve así, sino más bien lo ve como una desgracia, cuando muchas veces la enfermedad es la respuesta.
Por su puesto que no debemos esperar a que algo así se manifieste en el cuerpo para darnos cuenta de lo que hay que resolver, pero a veces eso es necesario, porque es la única forma que podemos regresar a ver lo que no estábamos viendo. Como todo en el universo, se rige la ley de causa y efecto, si el efecto es que tengo alguna enfermedad entonces ¿cuál fue la causa que produjo eso? Esta pregunta nos lleva a encontrar verdaderamente lo profundo del síntoma y cuando lo haces entonces la enfermedad puede desaparecer y la emoción deja de estar estancada en el cuerpo. Como dice el Dr. Hamer “Toda enfermedad es una solución biológica a un conflicto emocional inconsciente no resuelto. Descubrir, comprender y hacer consciente el codigo secreto del síntoma, detiene la enfermedad hasta su total remisión.”
Mucha gente no sabe esto y quizás lo vean como algo completamente incierto, pero cuando haces la prueba de esto, puedes dar fe del poder que tiene el cuerpo para sanarse a pesar de cualquier desgracia. Por eso nada sucede por casualidad, incluso la enfermedad manifestada en el cuerpo tiene su propósito y solo cuando podemos hacerlo consciente, entonces la liberamos para siempre.
Plenitud y Abundancia
Luis Miguel Ponce